- caldo de pollo (cantidad según comensales)
- verduras (en este caso: cebolla, calabacín, pimientos, guisantes)
- daditos de pollo asado
- tomate frito casero
- unas hebras de azafrán
- sal
- aceite de oliva virgen
Se sofríen las verduras en unas dos o tres cucharadas de aceite. Se añade el resto de los ingredientes, terminando con el caldo. Se rectifica de sal, y se deja hervir todo junto para que se integren bien los sabores. Está buenísima, y dependiendo del pollo que le pongáis lo mismo sirve como plato único para una cena ligera. También se le puede poner jamón serrano en taquitos, chorizo, restos de cualquier carne asada...en fin, que es muy versatil.
Por cierto, ¿sabíais que el azafrán tiene un componente antidepresivo? Curioso,¿verdad?
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